Era verano y la luz del sol travesaba las cortinas, que se movian por el sauve ir y venir del viento. Como que tenia la puerta de la habitación abierta, un suave corriente de aire atravesaba el pasillo para llegar a mi cama.
Sonaba la canción de B.O.B, una nueva, y estaba tranquilamente sentada en el colchón.
Movia mis dedos por el teclado del ordenador con avidez y me gustaba pararme tambien a pensar en las cosas. Parar de escribir, dejar los dedos en reposo, y dejar que el aire que hacia ondular las cortinas masajearsa mi pelo y lo secara. Hacía no mucho que me habia duchado y aun lo tenía humedo.
Me fijé en las paredes en un momento de descanso y como el azul de estas se fundía con el sauve celeste de las cortinas, y de esta manera parecia que la pared se movia, tal i como hacian las cortinas, porque era del mismo color que estas, practicamente.
Los perros ladravan a un gato gris muy grande que travesaba la calle en ese momento y la musica se había terminado, por lo que ahora oía una diferente: el canto de los pájaros en los cables que unían mi csa con la de al lado, cables de electricidad.
Pero me cansaba un poco esa musica asi que puse otra nueva, de Own Citi.
Un sonido procedente de la cocina indicaba que la comida se estaba haciendo, y el olor de las verduras salteadas ya asomaba pos la puerta.
Asi que dejo el ordenador encima de la cama y bajo las escaleras, para asi poder poner la mesa.
Un mediodia perfecto.
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