viernes, 24 de diciembre de 2010

Para Alex: Bieber is love II

Al fin... quién lo diria? Pues ella claro! Si es que no daba crédito a lo que estava viendo... estava en la cola del concierto y sabia que ahora deberia despertar de ese sueño, porque es asi por norma general, pero no. No se despertava y ahora le llegava el turno a ella. Elena se habia ido con sus padres a la piscina del hotel porque pensavan que Alexandra ia era sufientemente mayor como para ir a un concierto sola.
"Cerca de mi angelito de la guarda Justin!", dijo para sus adentros.
-Chica, esta entrada no és válida.- Dijo un hombre de piel oscura y vestido con un uniforme que se encargava, en ese mismo momento, de destrozar-le la vida a Alex.
-Lo siento pero no puede ir al concierto. Salga de aquí ahora mismo y deje paso a las fans que se amontonan tras usted.
La apartó con bursquedad. Pero no fue sufieciente como para despertar de aquel sueño que se habia vuelto una pesadilla. No... necesitaba algo más.
No iva a volver con su familia aun sin no ver a su idolo. ¿Qué se había creído aquel guarda asqueroso? No iva a irse sin ver a Justin, tanto si le gusta como si no.
Deboró al guarda con la mirada alrededor de unos cinco minutos, mientras se alejava andando de la entrada donde ese guarda seguía con su trabajo; el de segui siendo despreciable.
Iba cncentrada en sus cosas, que se le fue la cabeza a Marte.
Empezó a pensar cosas como la ilusion que le dieron sus padres el dia en que le dijeron que iva a ver a Justin, como los nervios al querer entrar o como la cutre imitacion de Justin que habian hecho los de clase con el proposito de hacerle sentir mal (porque no sabian aun que iva a ir al concierto). ¿Y todo para eso?

-No es seguro salir todavía hasta que todas las fans estén dentro de donde vamos a dar el concierto. Podrias hacer que salieran corriendo y todo seria un desastre!
-Sé perfectamente lo que sucederia.
Estaban en la limusina, al otro lado de donde Alexandra habia sido rechazada por el guarda. Salir si habia fans merodeando por allí, era como si una obeja se lanza sola a un bosque de lobos.
Entonces la vió. No se había fijado en que estuviera allí antes. Era alta y tenía un pelo... ¿Rubio? ¿Mechas? No sabía bien si esos destellos eran los que ella misma desprendía o los de su pelo.
Intentó fijarse más cuando se quitó las gafas de sol, pero estavan lejos. Tenia la cabeza gacha, entre las rodillas, y estava sentada en el suelo. Parecía muy triste...
Justin se había quedado empanado mirando como la chica cojía un trozo de papel y lo rompía en pedazos.
Luego, la chica se dispuso a salir de allí para irse a alguna parte. Pero Justin no lo iva a permitir.
-¿Ve a esa chica? Aparque cerca de ella, ¡rapido!
-Si, ahora mismo.

Estava cansada. Así que se sentó en un lado de la acera y se puso a llorar. Todo quanto habia soñado, y todo quanto habia creido tener... ¡puf! ia no estaban ahi... la entrada no era válida... ¡genial! qué iva a hacer en ese momento entonces?
Se quedó pensativa un rato con la cabeza gacha entre las rodillas.
"Venga Alexandra... debes levantarte", se dijo.
Rompió la entrada y se levantó, para irse a deprimirse a otro lugar más... más intimo.
Y escuchó un ruido de motor, de un coche ue se dirigia a ella. Tuvo algo de miedo, pero se secó las lágrimas con el puño porue, aunque no conociera al propietario de esa lujosa limusina, le dava verguenza que la vieran asi.

Vale. Si antes no había caido en la cuenta de que esa chica era especial, ahora lo sabía completamente.
Veía sus ojos llorosos y sus mejillas ligeramente sonrojadas. La mueca de su cara por forzar la normalidad interior que seguro que no tenia y, además, las mechas de su pelo le encantaron.
Aparcaron justo delante y Justin bajó la ventanilla.
Cuando ella le vio, se arrepintió de su idea. Aún no habian aparcado, pero parecia que eso no le hubiera sorprendido. Tal vez pensaba que era una vision o algo, pensó Justin. Aparcó y bajó para charlar con ella. Queria saber de dónde era, el color de sus ojos que debian de se preciosos, porque se habia hecho las mechas, porque esto y porque aquello.

Justin bajó del coche y ella lo vió. Le vió y no supo que hacer, como reaccionar...

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