Alexandra se despertó en una habitación luminosa, con un gran ventanal delante de la cama donde estava tumbada. ¿Qué había pasado? Miró a su alrededor. Todo parecia normal, como si simplemente nunca hubiera visto a Justin. Como si todo hubiera sido un bonito sueño.
Escuchó un ruido detrás de la puerta y se incorporó, pero una mano a su lado se lo impidió. Asustada se giró.
-No te desmayes como has hecho antes.- Le dijo con una sonrisa inocente e radiante.
Alex no sabía qué decir, nada salvo quedarse empanada mirandolo. Era él, Justin, el que la había traido a una habitación despues de desmayarse?
-Verás, es que yo ants pasava por detrás del recinto y te ví tan triste que quise ayudarte. Bajé del coche y cuando me viste te desmayaste. Te traí hasta aquí porque no tenia ningún otro lugar al que traerte. Cuando terminé el concierto viné hasta aquí y seguías dormida...
Tipico. El chico bonito. LO era y es asi como lo conocia.
No sabia que decirle, se quedó mirandolo confusa.
-Veo que sigues sorprendida.- Dijo, aun cojiendole de la mano.- duerme, descansa, yo me quedaré aquí contigo.
Alex con esas palabras apretó la mano de Justin aun flipando con lo que le habia ocurrido y se quedó dormida.
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