miércoles, 19 de mayo de 2010

Parodias de instituto

Agnes, sentada tres asiento por delante de Patrik, consiguió atraer la atención del profesor con un movimiento en falso para despistarlo.
Sin embargo no se dió cuenta de que Patrik no reconoció la señal tras un intento en vano para hacerle saber en el apuro en el que se encontraba.
El profesor era un viejo de 58 años aburrido que se dedica solo a pillar a sus alumnos pasandose notas y a "joder"a los estudiantes.
Habia recibido multliples nombres a lo largo de los años, nombres que en todas las ocasiones eran una caricatura en vivo de sus defectos.
Su actual mote era "el jodido", porque no hacia más que joder a los niños y niñas. No tan niños, sin embargo, ala hora de quejarse y rebelarse.
Antes de recordar nada más, Mary levanta la cabeza y se da cuenta de algo más: la posibilidad cercana de volver a ponerle mote al Jodido.
Observó al profesor atentamente y rió por lo bajinis. el Jodido era un tonto. Y lo era porque la nota llegó con éxito notable a manos de Patrik y Agnes estaba a salvo.
Mary se repuso del ataque de risa que le dió ver como el profesor no se daba cuenta de que la nota llegaba a Patrik después del epectáculo de Agnes.
A Mary le hacía gracia ese profesor, siempre cometía los mismos errores incluso después de oír como los alumnos los mencionaban en los recreos o entre clase y clase. Pero no sentía pena por él. El Jodido siempre la tractaba de retrasada, a ella y a todos; actuaba con una compasion y repetia las palabras una y otra vez, lentamente, y actuaba como si tratara con pequeños de parvulario y solo él fuese inteligente.
No se podía decir que fuese una persona agradable, pero el hecho de haber visto con sus propios ojos otro defecto más del profesor, podia tener el honor de ponerle un mote original. No como cuado Erica le pueso el mote de Retra (de retrasado) hace un par de años o cuando Juan le llamó El Pillador hace cosa de medio semestre, porque tuvo una racha para eso de pillar notitas o a los alumnos copiando. Por eso ahora era su afición, aunque habia perdido facultades.
Mary suspiro de alivio en quando Sara empezó a hacer la cuenta atrás de todos los días.
-...seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno y...- Y dejaba suspendido el "Y" con la esperanza de que no se equibocara.
Como siempre ocurria, sonó el timbre y salieron hacia las taquillas.

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