viernes, 8 de abril de 2011

Bieber is love XIII

Sentada en el sofa de su casa, tenia la mirada perdida, perdida en el espacio y el tiempo que lo separavan de España. Nunca llegó a imaginar que ser famoso lo cosaría tanto, que haberse emborrachado por ella causaría un escándalo semejante, y nunca llegó a imaginar que no le contestaría el mensaje.
Y tal vez por eso último era por lo que estaba abatido y perdido. No quería pensar en ella, pero es que solamente tenia ojos para ella, para sus mechas rubias i su pelo, para sus ojos y su cuerpo, para ella y para admirarla.

Ése día ba a ser como los demàs, verdad? No lo podria contar, cierto? Estaría sola en todo este lío, no?
Y la respuesta siempre era un sí rotundo, redondo, rojo y en grande.
Eso hacia que se entristeciera aún más y que se echase a llorar. Salió de casa, necesitaba fumar, beber, hacer algo grande y que le prducera satisfacción y que estuviera prohibido, que no puediera hacerlo, para poderse sentir mala, rebelde y poderosa. Encendió un cigarro y quando estaba a punto de fumar una calada, el cigarro fue cogido por una mano desconocida. Alzó la cabeza asustada porque esa persona no solo la estaba viendo llorar, si no que también fumar.

Fue una decision dificil, pero decidió irse a España lo antes possible. buscó el pueblo y se pasó toda la tarde buscando a Alex, su Alex, su querida Alex, su normal Alex, su bella Alex, su todo Alex.
Distingió una figua a lo lejos, y supo que era ella. ¿Fumaba? ¿Lloraba? ¿Las dos cosas?
Se le acercó y le quitó el cigarro.

Le besó.

La besó.
Tuvo sufiente valor como para hacerlo después de todo lo que habia pasado.

Sintió sus labios como si no hubiera otra cosa en el mundo que él. Le pareció atrevido, presentuoso y algo creido al creer que ella no tendira inconveniente, pero la verdad es que no tenía ninguno, le gustaba ese Justin, ese era al Justin al que adoraba y al que queria.
Y se quedaron así, sentados uno al lado del otro hasta que oscureció demasiado y tuvieron que despedirse, aunque les resultara dificil.
-Mañana.
-Sí. Mañana nos vemos.
Y así quedó cerrado ese asunto en el que se vieron envueltos unas largas semanas. Aunque claro... historias de amor como estas dan para muchas anecdotas, muchos desamores y muchas otras comedias que suelen ocurrir entre parejas. Y ellos, claro está ahora, són una pareja.

1 comentario:

  1. La rebeldía de Alexandra atrajo a Justin. Suena algo cómico, ¿no?
    Tu amiga estará contenta de que al fin haya pasado algo en su historia fiticia de amor con su idolo, supongo.

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