lunes, 12 de abril de 2010

El lado oscuro de la paciencia

Me levanté con un gran esfuerzo de la cama a la quinta vez que llamavan mi nombre casi por megafonia y me vestí, me peiné, me lavé y bajé al comedor.
Hize lo de todos los días, nada era especial salvo que llovía. Llovía y era agradable.
En el taxi solo subimos Marc y yo y en el autocar a duras penas eramos 10 del instituto. Alba no vino ése dia.
Toda la mañana transcurrió de lo más tranquila y en arte y religion hizimos lo de siempre; hacer un trabajo y mirar una pelicula.

Salimos antes que los de informatica y quise aprovecharlo para llegar antes que Iu a la taquilla.
Estuve tranquila unos segundos antes de que Iu me dijera que era una lenta, que tardava mucho, que a este paso nos ibamos a morir todos, que si era insoportable esperarme... si él supiera que yo le espero pacientemente todos los días el doble de tiempo que me esperava él...!¡Qué bicho más molesto por Dios!
Entonces alguien me quitó la goma del pelo. Alguien; o Jordi, o Iu, o Bellera. Miré a Iu el primero y se rió como de costumbre. Miré a Bellera, que estaba a su lado y señaló a Jordi y Jordi señaló a Bellera.
Guardé las cosas y en cuando me volví habían desaparecido. Fuí hacia la salida, sabía en donde estarian, y cojí una piedra por el camino, por si acaso.
Llegué al lugar e les dije que me dieran mi goma.
-¡La tiene el Pol!- Gritaron Bellera e Jordi. Iu les daba la razón callado y riendose.
-Si eso es cierto, que aparezca aquí y me la enseñe.
-Eso ha sonado mal.
-¡Y otra cosa sonara mal si no me devolveis la goma, ostia!- Grité levantando la piedra con mala leche. Jordi se apartó gritando "Vale, vale, vale...!" y Bellera se alejó un poco. Iu reía y reía, quizá me hubiera tomado por imbécil, pensé. No le tiré la piedra porque pensé que era malgastar tiempo que podria ocupar con otro en su momento.
-¡Quiero mi goma ya, cojones!
-¡Calla!¡Al suelo y deja de ladrar!- Dijo Jordi. Ví como no me tomava en serio y le lanzé la piedra contra la espinilla a posta, porque pese a todo me daba pena tirarsela a la cabeza.
-¿Pero qué haces locaa?
-Oooooooo...!- Gritó el público a la espera de un nuevo ataque.
Había ya un espectaculo y fui a recojer de nuevo la piedra.
Cristian la tapó con el pie y me pegó en la cabeza en cuando me agaché.
"Estos se creen que soy débil, y que ellos son fuertes" pensé lamentandome por el poco cerebro que tenían.
Al otro lado había otra piedra y la cojí tranquilamente, lanzandola contra Cristian, pero esta vez fallé.
Me enpezaron a insultar y cojí un pedrusco el triple de grande que el anterior y grité que quería mi goma de una * vez.

¿Verdad que parece que esté haciendo una montaña de un grano de arena? Cierto, si no tenemo en cuenta toooooodo lo que he aguantado durante 11 años consecutivos, todos los motes, insultos, trampas, juagadas y bromas se acumulan en el espacio respectivo a la paciencia durante 11 años día si y día también.
Tenedlo en cuenta a la hora de juzgarme de ahora en adelante, porque cuenta más de lo que parece al final. Desde 5to de primaria que noto que cada vez estallo cno más facilidad y con más fuerza, y los demás, ENCIMA, me dicen que tengo poca paciencia. Ilusos de mierda... Qué rábia!

Apareció Pol, muy desconcertado al parecer, y me dijo que no la tenia.
Cristian, como vivia en mi pueblo y sabía que no habia roto nunca un plato y que era débil, no tuvo un cierto temor hacia la piedra y se aventuró a hacerla caer. Lo consiguió, así que cojí otra más pequeña y se la lanze sin mirar siquiera y le di, pero no en un lugar donde hiciera daño, por desgracia.
Cojí de nuevo la piedra grande con una mano, cegada por la rábia, y les amenazé de nuevo. Bellera estaba tranquilo y pese a que entonces no me dí cuenta, me pareció incluso que pensava que la bromita ya había ido demasiado lejos. Aunque dudo que fuera así, que pensara eso, pero bueno, lo parecía.
Entonces Iu i Jordi se empezaron a reir y les pregunté que de que se rien, que me den mi goma ya.
-¡Qué no la tenemos puta zorra!
Le lanzé una piedra un poco más pequeña sin más.
-¡Qué me deis la goma ostia!
Giselle lo grabava todo con su movil, riendo y soltando carcajadas como la pava puta que es. Intenté ignorarla, pero si lo colgaba a Facebook, lo denunciaria sin mas y ya, asi que seguí con lo mío. Cada vez odiava más a esa pava.
-Es fácil para vosotros y para mi, dejadme tranquila y dadme la goma, no os cuesta tanto.- Miré a Jordi al decir esto y éste se escondió detás de la columna.
-Yo no la tengo, yo no la tengo!- Gritó como un cobarde. Y se hacía el fuerte, qué penoso...
-¡¿Y quién la tiene?!
-¡No lo se, no lo se!¡Yo no te he hecho nada!
Me sorprendí al oír lo último; claro que me había hecho, me había tratado como a un perro, como a un sabueso obediente y faldero de mierda! A claro, entonces caí: eso para mi no debería de ser una ofensa porque es lo que me hacen cada día.
Arnau iba haciendo bromas per no me ofendían: mi rábia se dirigia a 4 personas, en ese momento, y seguro que entre ellas se encontraba la goma de pelo que me habian quitado, y esas personas eran Iu, Jordi, Cristian y Bellera.
Después de un rato haciendo lo mismo, alguien puso la goma en la capucha del Oriol y empecaron a culparle. "Es que soy tan tonta...!" pensé.
Tendí la mano y Jordi no se atrevió a darmela.
Me la dió Pau después de que yo dejara caer la piedra. Cristian hizo afán de cojerla antes que yo lo pudiese hacer, pero Pau cerró la mano y dijo:
-Ya está bieeeeeeen.
Y me la dió. Luego fuí a lavarme las manos para poder ponerme la cola otra vez como es debido y al volver todos estaban en la puerta insultando.
Hize un suspiro.
"Porqué hay gente tan estúpida en el mundo, como lo permiten? Si ni siquiera se ateven a acercarse a un metro de mí!" pensava yo, mientras iba decidida a cojer una piedra.
-Cristina, Cristina, nos va a tirar una piedra!!
Cristina es una monitora.
Ella se percató y yo le dije después que me había hartado y que les había lanzado alguna piedra y les habia amenazado con otra más grande, y que si me ponian una hoja de incidencias, que me daba lo mismo, que se lo merecian.
Cristina fue a ver si encontraba a mi tutora y en las escaleran vi a Pol.
-Te expulsaran?
Le ignoré completamente, pero persistió a la salida sin ninguna respuesta.
Bajando para comer volvió a intentarlo.
-Te pondrán una hoja o te expulsaran?
-¡¡¿¿Y a ti te afectaria mucho si ocurriera??!!- Le solté.
Anna.R. ya me había dicho" Ignoralo, ignoralo!", pero no pude hacerlo, me moría de rábia.
En la comida salió el tema, pero se centró más bien en que había dejado a Jordi como lo que es en relidad: un gallina de cuidado.
En frances propusieron de ahcer vaga, pero a mi me daba lo mismo.
En un momento de la clase, Jan se enfado porque Arnau no parava de ponerle los pies en la silla y le molestaba.
-Joder Jan, ya te pareces a Adriana!
"Qué se parece a mi? Perdona majo pero él ya te ha abisado unas veces de que le molesta, le hubieras hecho caso! Además, que yo sepa ya he aguantado mi paciencia demasiados años!"
En naturales se me ha ocurrido colgar este dia en mi blog y luego e pensado en Iu.
"Pobrecito, ahora que me acuerdo, hace poco me insultó usando un mote que me dió Bellera en clase de ciencias un dia de hace 4 meses y me trato a mi de tonta por no acordarme. Parece como si los motes e insultos ideados por su dios Bellera y su dios Jordi no tuvieran que desaparecer, porque si no se terminara el mundo!!"

Durante la tarde no ocurrio nada digno de ser contado que tenga referencia a este dia tan malo, salvo que puesto que yo esperava desfogarme con el hockey, hoy la profesora tenia que ir a Nosedonde para una cena y se ha suspendido.


Tener paciencia es bueno en algunas ocasiones, pero espero que hayais visto que llenar más de lo que cabe provoca ataques de rábia acumulada.
Digamos que la paciencia es un tanque de agua. Lo puedes ir llenando tranquilamente, pero si lo llenas más de lo que puede, la presion hace que explote y ya no quede nada de el, ni para bien ni para mal, entonces ya no hay paciencia.
Y ese es el lado oscuro de la paciencia.

2 comentarios:

  1. Les odio. Como este nuvo curso me hagan algo se arrepentiran. Y mucho.

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  2. Veo que no estas rodeada de chicos especialmente buenos. Pero tu sigue adelante, porque tienes a tus otros amigos y amigas.
    Ignorales para seguir tranquilamente con tu vida.

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